Hola!
A raíz del último post, empecé a recordar mi época del instituto. Como si fuera una especie de delincuente adolescente, os puedo decir que estuve en 2 institutos antes de acabar el COU (3 si contamos que el último curso lo hice en horario nocturno, y no me refiero a tener citas con la profesora de mates…).
No importa el horario, ni si el instituto era de pago, o público. En TODOS puedes encontrar diferentes grupos sociales que, por raro que pueda parecer, se repiten y se repetirán hasta el fin de los días, o hasta que no haga un especial de Navidad Raphael (a elegir).
En mis institutos siempre ha habido:
Los empollones: pantalones demasiado cortos, gafas de pasta, despeinados, bigotillos frondosos, calculadoras científicas… Sabéis de quién hablo, ¿verdad? No, no son los modernillos de ahora, son los frikis del pasado!
Las empollonas: de características similares a los anteriores, pero siempre un punto por encima al pensar que eran mujeres (aunque algunas no lo parecieran…).
Los guays: más altos, más guapos, más musculosos, más cuchillas de afeitar en su WC, más sellos de discotecas de tarde, más… ¿capullos?
Las guays: ropa de marca, vacaciones en el extranjero, rolletes con chicos mayores, el carné pagado por los papis antes de cumplir los 17, expertas en camelarse a los profesores de química y/o filosofía, a la vez que expertas en mandarte a la mierda sin perder la sonrisa de primera comunión.
Las molonas: muy parecidas a las anteriores, pero sin el don de la mala ostia para mandarte a paseo. Los primeros en reconocerlas son los amigos de los cursos superiores, que te preguntan por ellas, y se sorprenden al ver a un “pringao” como tú, dándoles un masaje en la espalda.
Los molones: el sueño de todo adolescente. Guapo, pero sin pasarse, que lo de quitarse a las chicas de encima tiene que agobiar. Fibrado, más que musculoso. Vestir con estilo, combinando marcas con ropa del Sr. Inditex. Con contactos entre las chicas, que si son RRPP de discotecas, ¡mejor que mejor!
L@s normales: un misterio en edad adolescente, ni eres guapo, ni eres feo, ni vistes de marca, ni del contenedor, ni molas al sexo opuesto, ¡ni al propio! Una especie que parece que no va a sobrevivir, pero que finalmente lo consigue (si no, no estaría escribiendo esto!).
Joder, el único ejemplo que me sale es Paquirrín (en el Hola)! Buscaré otro, lo prometo, pero se me ha hecho tarde…
¡¡Gracias!!
