Amiguetes

1 de diciembre de 2011

¡¡Manías las justas!!



¡¡Hola a tod@s!!

Inicio de mes, pero las mismas manías de siempre. Las manías, un concepto curioso, ¿no?

Hay tantas, ¡¡y tan variadas!! Lo que para uno puede ser una costumbre, para otro quizás sea una absurdez. Cómo no, ¡a mí me gustan las manías!

En el mundo del deporte vemos gente que entra a un campo de futbol sin pisar la línea de banda (también lo hace Rafa Nadal, con las de la pista de tenis), rezos y oraciones varias, amuletos, la misma comida los días de partido, practicar sexo oral (¡¡grande Ronaldo!!), etc.

Hoy me gustaría hablar del fascinante mundo de las manías. Manías del día a día, ¡por supuesto!

Reconozco que tengo muchas manías:
- Escatológicas y/o de Baño:
No me gusta tener que compartir el baño, al mismo tiempo, con mi chica.
Como si se tratara de un templo sagrado, mi baño es mío, mientras yo esté en él. Me gusta poder cepillarme los dientes y abrir el codo, sin pensar si ella se lo va a comer.

Se trata de una manía estrechamente relacionada con el post anterior, ya que el tiempo de espera (Min M) quizás sería menor si usáramos el baño a la vez… Pero ¡¡ME NIEGO!!

Relacionadas con el baño tengo otras manías… Me gusta “hacer mayores y menores” (sí, soy fino, ¿¡qué pasa!?) en la intimidad. No soporto tener gente hablando en la puerta del baño y, muchísimo menos, gente dentro… Todos los chichos sabemos de la importancia de la puntería, en según qué momentos… y parece ser la que mirilla telescópica se me desvía, si noto la presencia de otro ser (animales incluidos) en el baño. El recurso más utilizado, la música ¡¡a tope!! Cuando dicen que la música que escucho es una mierda, les doy parte de razón…

La cortina de la ducha, cuanto más lejos, mejor. Odio profundamente cuando se me pega la cortina mojada en el culo. En ese momento sé lo que sienten los pivones de las discotecas cuando sufren una emboscada del Buitre’s Team.

¿Qué es lo primero que hago cada mañana? La doble “P”: Pis y Pedo. Otra de mis manías, que tantos años ha sido utilizada por mis familiares como despertador o alarma, para saber si ya me había levantado.

- Deportivas:
De pequeño creía en los superpoderes de unos calcetines “Delmon” (del montón del mercadillo) y me los ponía siempre, los días de partido. Cada sábado por la mañana, cual superhéroe, me vestía con mis calcetines que me daban el superpoder de “jugar bien”. Obviamente, yo no jugaba bien ni los calcetines no tenían poderes… Bueno, tras media temporada tenían el poder de agujerearse…

Día de partido equivale plato de pasta. De superhéroes y villanos sigue la cosa. Si algún día me invitas a comer a tu casa, y luego tengo partido, no me ofrezcas una ensalada, por favor. Será cómo si a Supermán les prepararas un delicioso menú de Kriptonita.
Mi estómago debe trabajar a otra velocidad (de hecho, debe ser lo más rápido que tengo, relacionado conmigo), y la ensalada la tengo en los pies antes de llegar al pabellón.

Recuerdo un partido (a las 16:30h) que me costó la vida jugar, ya que a las 15:30h me estaba comiendo las primera de las 2 pizzas de ese sudoroso sábado. ¡Dios! Me sentí como un luchador de sumo ¡¡¡¡en el Maratón de NY!!!!

Seguramente, a pesar de todo esto, mi peor manía es la de no escribir en este blog¡¡ tanto como me gustaría!! Espero que mi propósito para el 2012 se cumpla, y no deje tanto tiempo entre post y post.

¡¡Muchas gracias a tod@s por vuestra fidelidad!!