Amiguetes

8 de marzo de 2013

POLÍTICOS DE CHARCUTERÍA




¡Hola a tod@s!

Hace unos días que me pregunto por qué nunca he hablado de política en este blog. Es un tema de actualidad, a la que mucha gente le puede interesar, y quizás sería un empuje para potenciar la difusión del mismo…

La respuesta es rápida. No me interesa. Me gusta escribir este blog y llenarlo de humor, de curiosidades, anécdotas… En definitiva pasarlo bien. Y la política actual (fundamentalmente, los políticos que la forman) provocan de todo menos buen humor. Aunque hoy haré una excepción…

La situación es gravísima. Se nos mean encima, y decimos que llueve. Y no hay paraguas amarillo del chino que lo pueda soportar… Mg sabe de lo que hablo.

Siempre me he generado discusiones con mis amig@s al decir que me considero una persona apolítica. Que me da igual si son rojos o azules (los verdes no pintan demasiado), que todos vienen cargados de embutidos (fundamentalmente CHORIZOS), y es que, de sobras es conocido, que en el mundo de la política hay mucho CERDO suelto. La política no me interesa, pero eso no significa que no respete a la gente que se implica, que tiene propuestas, y que se molesta en buscar soluciones al desastre actual.

He escuchado muchas veces que el voto es un derecho por el que ha peleado mucha gente, durante años y años. Pero un derecho no es una obligación, y votar por votar no creo que sea justo para toda esta gente que se lo ha currado tanto tiempo. Si voy a la frutería a por manzanas, escogeré entre las verdes y las rojas, pero si todas ellas están podridas, compraré plátanos y cambiaré de frutería.

Creo en una estructura organizada, pero con políticos profesionales, preparados, a los que pagarles un sueldo que multiplique el mío, esté justificado (hasta cierto límite). Y es que es la ley de la oferta y la demanda. Si buscas a alguien bueno en lo suyo, te tocará pagarle un sueldo justo.

En lo que no estoy conforme, es en pagar sueldos inmerecidos, a estos políticos que ni están preparados, ni sienten lo que están haciendo. Un gestor debe gestionar correctamente. Las directrices sobre las decisiones a tomar las deben marcar otros.

Recuerdo aquellas clases en las que se nos enseñaban las diferencias entre el poder ejecutivo, el legislativo y el judicial. Las elecciones a dedo, por enchufismo y amiguismo han hecho mucho daño al sistema. No estoy en contra de las elecciones a dedo, pero siempre que la persona elegida sea buena en su puesto. Por lo que se ha hecho hasta ahora, se podrían haber metido el dedo en otro sitio…

Estoy en desacuerdo con:
- Los sobresueldos.
- Las dietas exageradas e incontroladas.
- Las pensiones vitalicias.
- Los asesores a dedo (con ficha de crack).
- La privacidad de las cuentas de los partidos.
- El tráfico de favores.

Por poner solamente unos ejemplos ya que, desgraciadamente, hay muchos más...

Puedo creer en el sistema (lógicamente, todo sistema tiene sus cosas buenas, y sus cosas malas), pero, como sucede en el deporte, un sistema lo hacen bueno los jugadores, y los nuestros no tienen el nivel.

Y es que en política no existen ni los periodos de prueba, ni los curriculums, ni las entrevistas personales, ni las pruebas grafológicas, ni los test. Entrar en política debe ser algo fácil, ¡¡pero cuesta más darse de baja de un ADSL que tener un ministerio!!

Me he planteado muchas veces qué pasaría si yo fuera político. Viendo el nivel actual, desagraciadamente, podría serlo. Peloteas a quien te interese, muestras un poco de dedicación y, con un poco de suerte, los trajes te salen gratis… Y el trabajo que lo hagan tus asesores. ¿Os imagináis que RRHH contratara a un asesor para hacer nuestro trabajo?

La política está invadida por la corrupción.
Recuerdo, en mis años de instituto, que hacerse político se veía como una salida laboral más. Buenos sueldos, poco trabajo, buenos contactos y ¡a vivir! Por un momento, me imagino que los políticos actuales han salido de las últimas filas de las clases de ética, de los grupos que vivían en el patio (ellos no iban a clase, iban al patio) y de aquellos que aprobaban siempre que sus padres venían a hablar con el tutor.

¿Alguna solución a la vista? Para ganarle al sistema, tienes que meterte en él, seguir el curso de su normativa, y esperar… Y es lo más parecido a jugar con tu hermano mayor (y no me refiero a Pedro Aguado), con sus normas, y soñar con ganarle.

¡Siento el rollo!